LA EXPERIENCIA ES UN GRADO




Y por eso, aquí podemos compartir las nuestras, las dudas, los logros conseguidos, las ilusiones ... lo que nos apetezca... A continuación:
HIGIENE NATURAL
 Cuando mi hijo nació, en la clínica me dieron mucha información sobre los bebés; en ella decía que los bebés no son conscientes de sus evacuaciones y que cuando su vejiga o intestino se llenan, automáticamente se vacían. Esto me pareció raro... pues la segunda noche, mi bebé comenzó a llorar, no quería teta aunque chupeteaba y se enojaba, no se calmaba con nada, así que decidí llamar a la matrona de turno. Ella vino con un biberón y me dijo que no pusiera tanto al bebé en el pecho porque me iba a lastimar los pezones. Afortunadamente mi bebé no recibió el biberón y la matrona se fue. Ahí me di cuenta de que sólo yo iba a poder entenderle. Le quité el pañal, aunque estaba limpio, le subí sus piernitas e hizo un montón de caquita... Meconio. Después le puse un pañal nuevo, lo puse al pecho y se durmió de inmediato. Esta fue nuestra primera experiencia en Comunicación de la Eliminación, sin saberlo. Fueron pasando los días y cada vez que mi bebé quería hacer caca, me miraba fijamente a los ojos, con cara de pedir ayuda. Se me partía el corazón y le contestaba pidiéndole disculpas por no saber que hacer, diciéndole que, por estar en un cuerpo de bebé, por ahora era así, que los bebés hacen en pañales, pero que le cambiaría de inmediato. Después de hacer, le cambiaba enseguida. ¡Cómo no se me ocurrió poner un recipiente debajo! Un día hizo caca y como hacía frio, lleve una palangana con agua a la habitación para lavarle la colita y mientras lo lavaba, hizo un montón de caquita. Lo note muy cómodo o aliviado, pero aún así, no se me ocurrió que podía hacerlo siempre. Cuando ya tenia 6 semanas hable por skype con mi buena amiga Madhava y ella me habló sobre la Comunicación de la Eliminación y me dió información para leer. A las 7 semanas de nacido comenzamos a practicarlo, yo ya sabía la señal que él me daba para hacer caca, así que agarré la palangana con la que le lavaba su culito y la puse debajo de él mientras tomaba teta ¡Hizo caca! Lo noté feliz y aliviado... era imposible no notarlo con todas las sonrisas que hizo. Así lo hicimos toda el día y fue hermoso poder entendernos de esa manera... Por la noche, Bhima siempre dormía de un tirón. Dormimos juntos, así que, si quería teta, tomaba dormido. Se despertaba siempre a las 7 de la mañana, pero esa primera noche, después de esta experiencia, despertó a las 4 de la mañana, llorando. Me pareció raro, no quería tomar teta, ni acurrucarse.... Probé poniéndolo en la palangana, hizo caca, se rió y se durmió. Él ya sabia que yo le entendía y podía ayudarle. Al día siguiente lo tuve casi todo el día sin pañal para entender sus signos de ganas de hacer pis y cuando más o menos lo entendí, le puse pañal. Lo socorría cada vez que me daba cuenta. Pasó una semana de esta forma y compramos pañales de tela, que nos facilitaron la comunicación. Muchas veces se escapaban los pises pero la caca ya sabíamos coordinarnos. A sus tres meses entendí que si él bebé se hace pis con pañal o sin pañal, la situación es la misma. Se hizo pis encima, la única diferencia es que con pañal no podemos darnos cuenta y sin él si y así, podemos ayudarlo de inmediato. Gracias a ésto, decidí dejar de ponerle pañal por el día, sólo se lo ponía para salir y por las noches; las siestas las echaba sin pañal. A los 4 meses, con el calor y los pañales, le salieron ampollas en sus testículos, así que, cuando volvimos del paseo ese día, no le quise poner pañal, al menos no hasta que sanara. Esa fue nuestra primera noche sin pañal. Antes de dormir, puse una toalla doblada, en medio en la cama y otra al lado, por si se hacía pis, poder cambiarla sin mucho trabajo. Una noche excelente, cómoda para él y más descansada para mi. "Despertamos" dos veces para que hiciera pis en su palangana y dormirnos de inmediato; era más fácil que cambiar pañales. Desde esa noche no volvió a usar pañales para dormir pues me di cuenta que mi miedo no tenía fundamento, la comunicación por la noche era más fácil que por el día. Empecé a ponerle pañales sólo para salir. Así fue pasando el tiempo y algunos pises se escapaban pero agarrábamos todas las cacas. Bhima fue creciendo y su motricidad también, comenzando las "distracciones" y también se empezaron a escapar algunas cacas... Pero esto ya no era problema, simplemente limpiaba. Llego el invierno nuevamente, mi hijo ya tenia una año y caminaba. Por el frio se hacia pis cada diez minutos y a pesar de la resistencia del papá, algunos días le puse pañal, ya que no podía hacer nada en casa y la ropa sucia, se acumulaba por montones. No fueron muchos, pero si los suficientes para que Bhima se enojara. El frio pasó rápido y seguimos usando pañales sólo para salir, pero Bhima odiaba los pañales y me costaba convencerlo para ponerse uno. No me animaba a sacarlo sin pañal porque estaba en rebeldía, no quería usar la palangana, ni el baño ni pañal, solo agacharse y hacer pis o caca en el suelo y después avisarme para que lo limpiara. Al año y 4 meses le dió por pedirme hacer caca en el pañal, me pareció raro y un tanto desagradable, pero lo respeté (sólo fueron 4 días). Finalmente al año y 5 meses le fui a poner un pañal para salir y salió corriendo, lo fui a buscar y corrió mas. Le pedí que viniera a ponerselo, que teníamos que salir y con lenguaje de señas, me dijo que no, que le quemaba, le daba calor y me dió un calzoncillo para que se lo pusiera. Se lo puse y un poco nerviosa por si se complicaba, salimos. Para mi sorpresa, fue excelente, se aguantó, avisó y volvió sequito a casa. Desde entonces ya no usa pañal; le respeté y el decidió. Controla esfínteres mucho mejor fuera que dentro de casa. Y esta fue nuestra historia de Comunicación de la Eliminación.
Astasakhi Devi Dasi